Allá en la casa de los pájaros
se yergue el gallo de los muertos...
Un olor a fiesta de águilas
llena la casa de los vientos
y un grupo de cisnes sangrientos,
en la tierra de las estrellas,
devorará sin piedad
la dura bellota del pensamiento
del infeliz árbol de la espada.
No muy lejos, se encuentra espiando
el fiero camello de la bruja,
presagidor del sueño eterno
y del caballo de madera...
Con angustia alguien reza; yo la oigo:
ella moja con rocíos de pena,
a sus pies, al árbol de los cuervos.
Las lunas de su frente, húmedas; sufre.
En sus manos está el sudor de la guerra,
y dentro suyo una vida nueva,
heredero del bronce de la discordia,
y ése inmenso mar de los animales
sembrado con la avena de las águilas,
y regado con la cervezade los cuervos...
El futuro Señor de los anillos
llevará en la nave de su corazón
los elementos de la vida eterna
para encontrar y asegurar su salvación:
Fuego, Aire, Agua y Tierra...
De "El Eterno Retorno"
11 de Marzo de 1996 (15:23)
Rolando Bourdette
